








El mayor riesgo es no asumir ningún riesgo.
No hay mayor fuerza que impulse y distinga al ser humano en todo el universo que la creatividad. Es el motor de las ideas y el estímulo del progreso. Ella nos mueve, nos provoca y nos asusta. Nos afanamos en perseguirla para finalmente enfrentarnos a ella. Es parte de nuestro ADN, de nuestro destino y de nuestra condena. Una actitud valiente ante un desafío y un mandamiento de obligado cumplimiento para aquellos que realmente desean crear proyectos memorables.
El valor está en cuestionar
todo lo que hacemos.
En Arteria hemos decidido averiguar dónde están los límites del proceso creativo. Desde la idea inicial hasta la experimentación.
Durante años hemos copiado, sobrevivido, pero también hemos aprendido. Hasta ser devorados por la obsesión y esta necesidad vital de buscar nuevas rutas y caminos que nos permitieran desarrollar otras formas de comunicar.
De lo emocional
a lo racional_
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